Seat Ibiza Cupra
El SEAT Ibiza SportCoupé CUPRA 1.4 TSI 180 CV DSG 7 vel. está en venta desde 21.285 €, con el descuento vigente (precio, equipamiento y ficha técnica). Tiene un motor turboalimentado de gasolina de 180 CV de potencia.
Sólo se vende con carrocería de tres puertas. Según SEAT no habrá un Ibiza CUPRA con motor Diesel, ni una versión más potente.
Lo que más distingue al Ibiza CUPRA de los coches de sus características es que tiene un motor de buen rendimiento y un cambio automático que funciona muy bien, para todo tipo de uso (especialmente para una conducción a ritmo elevado por carreteras de montaña, dada la rapidez de su funcionamiento).
El cambio automático no hace que sea un coche costoso; actualmente no hay ningún otro a la venta en España de entre 3,7 y 4,2 m de longitud que tenga más de 160 CV y cueste menos.
El Ibiza CUPRA puede dar una aceleración muy alta y, si se conduce a ritmo normal (no necesariamente con extrema suavidad), puede gastar poco combustible. El único coche igual de rápido y que gasta tan poco —según los datos oficiales— es el MINI Cooper S (si tiene cambio manual; con el cambio automático no iguala al Ibiza).
El Ibiza CUPRA es un deportivo por la dureza de su suspensión, por las sensaciones que transmite a su conductor o por la rapidez con la que puede reaccionar en una carretera de curvas, aunque no considero que en este aspecto sobresalga respecto a sus rivales (más impresiones de conducción).
Las plazas delanteras del Ibiza CUPRA son muy buenas. Los asientos sujetan bien lateralmente y a la vez permiten cierta libertad de movimientos. El mayor inconveniente —especialmente para el conductor— es que la parte superior del salpicadero está fabricada de un plástico que produce reflejos cuando los rayos solares inciden sobre él con un determinado ángulo.
Al igual que en las versiones FR, el Ibiza CUPRA desde septiembre puede tener un paquete denominado «Bocanegra» que modifica el aspecto exterior e interior del vehículo. Este paquete de opciones cuesta 860 € y está limitado a 1.000 unidades al año durante cuatro años.
Entre otros elementos de equipamiento, el Ibiza CUPRA tiene de serie control de estabilidad, cuatro airbags (frontales y laterales para las plazas delanteras), asistente de arranque en cuesta («Hill Hold Control»), control de la presión de los neumáticos yalumbrado lateral (función que hacen los faros antiniebla). Los pedales tienen un recubrimiento de aluminio. También puede tener un sistema acústico de ayuda al aparcamiento y techo solar panorámico.
La carrocería tiene detalles diferentes a cualquier otro Ibiza. Estos cambios se concentran principalmente en el frontal, en el diseño de las llantas y en la parte trasera. La salida de escape está en la parte central del paragolpes posterior, decorado con un plástico de color negro que simula ser un difusor de aire (imágenes).
El acceso a las plazas traseras hay que hacerlo por el asiento del acompañante, porque su asiento tiene un sistema previsto para abatir el respaldo, y a la vez, adelantar la banqueta lo que deja un hueco suficientemente amplio para pasar detrás sin dificultad. Este asiento tiene memoria, es decir, vuelve a su posición original después de ser abatido. En el del conductor, no se desplaza la banqueta.
Las plazas traseras del SEAT Ibiza con carrocería de tres puertas (SportCoupé) son pequeñas y tienen algunos fallos. La altura libre no es grande y el mayor problema es que los reposacabezas quedan muy bajos (podrían ir un poco más altos porque sus guías son suficientemente largas, pero sólo tienen un punto de enclavamiento que deja el reposacabezas bajo para muchas personas). Como en casi todos los coches de este tamaño, la anchura trasera es escasa para que tres adultos viajen cómodamente.
El maletero tiene 284 l. Es relativamente grande y tiene unas formas que favorecen su aprovechamiento. La rueda de repuesto (llanta y neumático) es exactamente igual que las otras cuatro.
El Ibiza CUPRA tiene una amortiguación particularmente poco flexible. Las irregularidades se notan más que en un MINI Cooper S o que en un Clio Renault Sport o que en un Abarth Grande Punto, si van equipados con la suspensión de serie.
Los efectos de la dureza de su amortiguación son dos. Primero, que la carrocería cabecea y balancea muy poco en las frenadas o en las curvas, incluso conduciendo con gran rapidez. Segundo, que al pasar por irregularidades el coche tiene tendencia a tener movimientos verticales muy cortos y rápidos. No se desplaza de su trayectoria, pero a causa de esos fuertes movimientos verticales, puede que el conductor baje involuntariamente algo el ritmo de marcha.
Aunque la amortiguación es tan poco flexible, no es seca, como la de un Ibiza FR; por ello, no a todos los conductores les parecerá incómoda. Hicimos los mismos recorridos con ambos coches y los dos conductores coincidimos en que la del CUPRA era algo más confortable porque tenía mejor capacidad para absorber las pequeñas irregularidades que sacuden las ruedas con rapidez (como los cambios de asfalto o los pliegues).
El Ibiza CUPRA es un deportivo porque tiene gran capacidad para ir hacia donde apuntan las ruedas delanteras y por ello puede ser muy rápido en una carretera revirada. Además, hay que cometer un error de apreciación grande para que se aparte de esa trayectoria.
En un MINI Cooper S o en un Renault Clio Sport es más fácil notar un cierto deslizamiento de las ruedas cuando se aproxima a su límite de adherencia o bien provocarlo cuando, por ejemplo, se levanta bruscamente el pié del acelerador. Como el Ibiza no redondea mucho las curvas, puede dar la sensación de que le falta algo de agilidad. A otros les dará una gran sensación de seguridad (porque el coche va por donde se apunta con la dirección). Nuestra unidad de pruebas tenía unos Pirelli P7 (215/45 R17), hinchados a las presiones recomendadas por el fabricante para circular con poca carga.
El Ibiza CUPRA tiene buena estabilidad lineal en carreteras rápidas. Algunos coches con suspensiones muy duras y ruedas anchas que están hechos para ser rápidos en curvas muy pronunciadas, tienen poca capacidad para mantener una trayectoria completamente recta sin que el conductor tenga que hacer correcciones con el volante; no es el caso del Ibiza CUPRA.
De los coches de características similares que hemos probado, sólo el MINI Cooper S con cambio manual ha sido algo más rápido, según nuestra medición de aceleración (de 80 a 120 km/h en la marcha o marchas más apropiadas para que la aceleración sea máxima). El Opel Corsa OPC 192 CV acelera prácticamente lo mismo y el Peugeot 207 3p RC 174 CV ha sido ligeramente más lento. El Renault Clio Sport del año 2005 (el nuevo, de 2009, todavía no lo hemos probado), que tiene una potencia notablemente superior (197 CV), ha sido algo más lento que el Ibiza CUPRA.
El nuevo Ibiza CUPRA ha dado prácticamente la misma capacidad de aceleración que el anterior modelo(con motor 1,8 l turbo y 180 CV), con un consumo claramente menor.
Gasta poco cuando se conduce con suavidad, pero no necesariamente de forma lenta. Por carreteras de circunvalación (de las que están limitadas a unos 90-100 km/h), lo normal es que su consumo esté por debajo de unos 6,5 l/100 km, aunque el tráfico no sea especialmente fluido.
Este gráfico corresponde a un recorrido de ida y vuelta de 162 km en la autovía A1. En rojo aparece la velocidad en cada uno de los puntos (su escala está mostrada a la izquierda) y en gris está la altitud (su escala está a la derecha).

Traté de mantener una velocidad relativamente constante aunque compensando las subidas con las bajadas y sin utilizar el control de crucero. En los momentos donde la velocidad cayó por debajo de 100 km/h es porque había limitación de velocidad específica o bien por tráfico lento (por ejemplo, camiones adelantando a otros vehículos).
A causa de la pérdida de señal del sistema al pasar por el túnel del puerto de Somosierrra, hay dos puntos (sobre el kilómetro 41 y 121) donde no hay datos sobre velocidad y la altitud (las gráficas caen hasta 0). En el kilómetro 81 la velocidad desciende por debajo de 10 km/h durante unos instantes, a causa del cambio de sentido (un puente con señal de «ceda el paso» sobre la autovía).
En ese recorrido, el consumo medio fue 7,9 l/100 km a una media real de 123 km/h (no es un consumo alto para un coche con motor de gasolina con tanta fuerza). El dato de consumo está corregido según el error que hemos medido en diversos repostajes (aproximadamente 0,5 % por defecto).
Según el fabricante, el depósito de combustible tiene 45 l de capacidad. Nosotros logramos introducir 55,35 l, cuando el ordenador marcaba autonomía para 10 km. En la boquilla del depósito hay una válvula, que si se pulsa, permite introducir gasolina con más facilidad una vez que ha saltado por primera vez la desconexión del surtidor.
El motor es similar al que tienen otros coches del Grupo Volkswagen, aunque en el SEAT Ibiza da mayor potencia que en ningún otro. La anterior variante de este motor que ha existido lo tenía el Volkswagen Golf V 1.4 TSI de 170 CV. La diferencia entre ambos es que la presión de sobrealimentación es ligeramente mayor en Ibiza.
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